La rayuela de Julio Cortázar




Hace algunos meses, un amigo me recomendó que leyera Rayuela, dijo que me lo pasaría más tarde, pero como me caracterizo, no me aguante la curiosidad y lo busque por la web, como para ver de que trataba y por qué era tan famoso, en todos lados me lo recomendaban y no sabía muy bien, así que lo descargue y empecé de una vez a leerlo, claro al principio surgieron las dudas de como leerlo, porque es una contra novela y se puede leer de muchas maneras, como quiere Cortázar que lo leamos o el método tradicional, el cual podrían parecer dos libros separados, o hasta tres (un libro que es muchos libros); así que fielmente sigue el consejo de Cortázar y lo empecé como él quería desde la página 73 y siguiendo la paginación que salía al final de cada capítulo.

De a poco a poco, el libro me fue gustando mucho, tanto que parecía una niña comentándole a mi amigo sobre las frases que me gustaban y así él iba recordando…

Luego me sumergí en esos ríos metafísicos, en Morelli, en la bohemia parisina, en el amor, en el jazz, en la vida delirante de Oliveira, en la Maga. Es por ello, que quiero celebrar la obra con las frases resaltantes, y si aún no lo ha leído quizás se anime a leerlo.

 
“…y acercarme a la maga que sonreía sin sorpresa, convencida como yo de que un encuentro casual era lo menos casual en nuestras vidas, y que la gente que se da citas precisas es la misma que necesita papel rallado para escribirse o que aprieta desde abajo el tubo de dentífrico”

“Pero vos hasta ahora no te has salido de la realidad Mondrían. Tenes miedo, queres estar seguro. No sé de qué… Sos como médico, no como poeta”

“No me importa si lo digo mal y te hacen reír mis palabras. Yo hablo como puedo, no se decir lo que siento”

“Descubro nuevos mundos simultáneos y ajenos, cada vez sospecho mas que estar de acuerdo es la peor de las ilusiones”

“La técnica consistía en citarse vagamente en un barrio a cierta hora. Les gustaba desafiar el peligro de no encontrarse, de pasar el día solos, enfurruñados en un café o en un banco de plaza, leyendo-un-libro-mas”

“No quería que la libertad, única ropa que le caía bien a la Maga, se perdiera en una feminidad diligente”

“Una chica excelente. Bastante loca de a ratos. A veces tan triste. A veces tan muerta de risa. A veces mala”

“Cuantas palabras, cuantas nomenclaturas para un mismo desconcierto”

“Y debo decir, que confío plenamente en la casualidad de haberte conocido”

“Lo que mucha gente llama amar, consiste en elegir una mujer y casarse con ella, la eligen, te lo juro, los he visto. Como si se pudiese elegir en el amor, como si no fuera un rayo que te parte los huesos y te deja estaqueado en la mitad del patio. Vos dirás que la eligen porque-la-aman, yo creo que es al verse. A Beatriz no se la elige. A Julieta no se la elige. Vos no elegís la lluvia que te va a calar hasta los huesos cuando salís de un concierto”

“Creo que no te quiero, que solamente quiero la imposibilidad tan obvia de quererte. Como el guante izquierdo enamorado de la mano derecha”

“No soporto la idea de que el universo se destruya cada vez que te marches”

“Andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos”

 “…No tenían nada que ver, el analizaba demasiado todo, ella solo vivía”

“Total parcial: Te quiero. Total general: Te amo”

“Yo ya era así antes de que tu llegaras, caminaba por las mismas calles y comía las mismas cosas. Incluso antes de que llegaras yo ya vivía enamorado de ti y a veces, no pocas, te extrañaba como si supiera que me hacías falta…”

“Pobre amor, el que de pensamiento se alimenta”

“Déjame entrar, déjame ver algún día como ven tus ojos”

“-Te quiero -¿A cuántas más se lo dices? – A todas - ¿A todas se lo dices…? –Si, a todas les digo que te quiero”

“Solo nosotros sabemos estar distantemente juntos…”

“No puede ser que estemos aquí para no poder ser”

“Mi diagnóstico es sencillo, sé que no tengo remedio…”

“Música, melancólico alimento para los que vivimos de amor”

“Para verte como yo quería, era necesario empezar por cerrar los ojos”

“Cada vez iré sintiendo menos y recordando más, pero que es el recuerdo sino el idioma de los sentimientos, un diccionario de caras y días y perfumes que vuelven como los verbos y los adjetivos en el discurso”

“Probablemente de todos nuestros sentimientos el único que no es verdaderamente nuestro es la esperanza. La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose”

“Pero lo malo del sueño no es el sueño. Lo malo es eso que llaman despertarse...”

“Para vos la operación del amor es tan sencilla, te curarás antes que yo y eso que me querés como yo no te quiero”

“Usaba las haches como penicilina”

“No se puede querer lo que quiero, y en la forma en que lo quiero, y de yapa compartir la vida con los otros. Había que saber estar solo y que tanto querer hiciera su obra, me salvara o me matara”

“La felicidad tenía que ser otra cosa, algo quizá más triste que esta paz y este placer, un aire como de unicornio o isla, una caída interminable en la inmovilidad”

“Amor mío, no te quiero por vos ni por mí ni por los dos juntos, no te quiero porque la sangre me llame a quererte, te quiero porque no sos mía, porque estás del otro lado, ahí donde me invitás a saltar y no puedo dar el salto, porque en lo más profundo de la posesión no estás en mí, no te alcanzo, no paso de tu cuerpo, de tu risa, hay horas en que me atormenta que me ames”

“—Tomá. Sabes, es tan difícil decirte: Te quiero. Tan difícil ahora. —Si parecería que a mí me das la copia con papel carbónico”

“…Ella nada en el rio mientras él lo mira de lejos”

Y claro no puede faltar el capítulo 7 completo.


Es un libro que seguirá inmortal, y sigue calando en esta generación y en las futuras, de eso no hay duda...

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