La tregua es la historia de Martín Santomé, es un viudo que dentro de unos meses, podrá vivir tranquilamente su jubilación, es el padre de 3 jóvenes, de los cuales, su hijo mayor es muy parecido a el, un amargado que se ha olvidado de las cosas importantes en la vida y que se ha olvidado de vivir, del cual Santomé siente cierto rechazo porque sabe que se ve reflejado en el, y eso le disgusta bastante, su hija Blanca, es muy alegre y jovial, siempre es la encargada de todos, principalmente de su hermano menor Jaime, quien ha sentido cierto rechazo de parte de su hermano mayor, por sus tendencias.
Martín, trabaja en una oficina, durante muchos años, su jefe no quiere que agarre la jubilación sino que agarre el puesto de gerente, pero el se siente cansado, aun cuando el mismo ha expresado que no ha hecho mucho en los últimos años, perdió el sentido de la vida cuando su esposa murió hace muchos años, y a Martín le toco encargarse solo de los niños cuando aun eran muy pequeños, y se olvido de si mismo.
Un día llegaron dos empleados a la oficina, entre ellos estaba una muchacha como de unos 24 años, llamada Laura Avellaneda, al cual Martín no le dio mucha importancia, pero acorde los días pasaban, el empezó a compartir mas con la joven muchacha, solo por motivos de trabajo, ya que el se consideraba un viejo para ella, como un padre.
Pasaban los días, y coincidieron en un café, se sentaron juntos y platicaron un rato, en un momento, Santomé queda mirándola y le dice que lo disculpara y que no lo tomara a mal, pero solo quería decirlo; en ese momento le dice que se estaba enamorando de ella, a lo cual Avellaneda le responde con un: Yo se, lo cual deja perplejo a Martín, acto seguido, el le dice que no espera que pase nada porque no le piensa privar de su juventud al lado de un viejo, ella le responde que esta dispuesta a asumir el riesgo, con la cautela que en el trabajo no se enteren de nada.
Así fue como poco a poco, fue creciendo un amor puro entre ambos, lo cual hacia inmensamente feliz a Martín, y a ella le encantaba verlo sonreír.
En casa de Martín habían muchas peleas, principalmente con Esteban y Jaime, ya que Esteban reprochaba las preferencias de su hermano porque unos amigos de el, lo vieron con algunos homosexuales, lo cual hizo caer en furia a Esteban, y Jaime decidió irse de la casa; Blanca se encontraba muy triste con esta noticia.
Esteban se la pasaba reprochando cosas a todos, en uno de esos días, le dijo a Martín que lo había visto con una muchacha muy joven, Santomé no lo negó, y Blanca se puso muy contenta, dijo que la quería conocer, así que el decidió pactar una reunión para que se conocieran.
A los días se conocieron, ambas quedaron encantadas una con la otra.
Santomé se sentía cambiado como esperanzado, como si hubiera vivido escondido durante muchos años, y hubiese salido de la cueva, quería hacer muchas cosas, y entre esas cosas rento un apartamento para Avellaneda y el, para que pudieran compartir, ya que el nunca había conocido a ningún familiar de ella y no quería romper esa privacidad.
Avellaneda estaba muy feliz por ello, le encantaba que se encontraran después del trabajo, allí en su lugar, donde podrían ser ellos, sin ataduras de la sociedad, ni prejuicios.
Un día, Avellaneda se mojo bastante con la lluvia, lo cual produjo un resfriado, tuvo que reportarse enferma al trabajo para poderse recuperar en casa. Ya habían pasado varios días, y Avellaneda nada que volvía al trabajo, Martín estaba angustiado porque no había sabido de ella en mucho tiempo, cuando finalmente sonó el teléfono, contesto Martín y una voz dijo Laura esta muerta, Santomé quedo en shock, no sabia el significado de esas palabras en ese momento, así que quedo en silencio y volvió a preguntar, la voz solo le dijo Laura esta muerta, el solo insulto a la voz y tiro el teléfono, otro de los trabajadores fue a contestar y se entero de la terrible noticia.
Pasaron varios meses, en los que Martín estuvo como muerto, no quería escribir nada en su diario, se sentía vacio como al principio, no sabia que hacer, así que un día decidió ir a la casa de los padres de Avellaneda con la excusa de mandar a hacerse un traje con el papá de Avellaneda, entro y se presento con otro nombre por si acaso, aunque ellos no sabían de su existencia; le tomo las medidas y se fue a anotar en otro cuarto, la mamá de Avellaneda se quedo con el.
Martín vio una foto de Avellaneda cuando era muy joven y se quedo mirándola, la mama le dice que era su hija que murió hace poco, Martín quedo en silencio, luego de un silencio la mamá de Avellaneda le dice Es Ud ¿verdad? Martín quedo anonadado y le dijo ¿cómo sabe? La mama le dijo que Laura le había contado sobre el, los días que estuvo muy enferma, ella hubiese querido decirle antes o contactarlo antes que Laura falleciera, pero no sabia nada de el, ni como contactarlo; en ese instante llega el papá de Avellaneda, y se despide de el y de ella.
Martín volvió a escribir en su diario para anunciar que era su ultimo día en el trabajo, todavía estaba pensando que hacer en su jubilación, pero tendría mucho tiempo para pensar en ello, aunque se sentía un poco triste, reprocho lo que había vivido, y que solo por un instante se le concedió una tregua...
Pasaban los días, y coincidieron en un café, se sentaron juntos y platicaron un rato, en un momento, Santomé queda mirándola y le dice que lo disculpara y que no lo tomara a mal, pero solo quería decirlo; en ese momento le dice que se estaba enamorando de ella, a lo cual Avellaneda le responde con un: Yo se, lo cual deja perplejo a Martín, acto seguido, el le dice que no espera que pase nada porque no le piensa privar de su juventud al lado de un viejo, ella le responde que esta dispuesta a asumir el riesgo, con la cautela que en el trabajo no se enteren de nada.
Así fue como poco a poco, fue creciendo un amor puro entre ambos, lo cual hacia inmensamente feliz a Martín, y a ella le encantaba verlo sonreír.
En casa de Martín habían muchas peleas, principalmente con Esteban y Jaime, ya que Esteban reprochaba las preferencias de su hermano porque unos amigos de el, lo vieron con algunos homosexuales, lo cual hizo caer en furia a Esteban, y Jaime decidió irse de la casa; Blanca se encontraba muy triste con esta noticia.
Esteban se la pasaba reprochando cosas a todos, en uno de esos días, le dijo a Martín que lo había visto con una muchacha muy joven, Santomé no lo negó, y Blanca se puso muy contenta, dijo que la quería conocer, así que el decidió pactar una reunión para que se conocieran.
A los días se conocieron, ambas quedaron encantadas una con la otra.
Santomé se sentía cambiado como esperanzado, como si hubiera vivido escondido durante muchos años, y hubiese salido de la cueva, quería hacer muchas cosas, y entre esas cosas rento un apartamento para Avellaneda y el, para que pudieran compartir, ya que el nunca había conocido a ningún familiar de ella y no quería romper esa privacidad.
Avellaneda estaba muy feliz por ello, le encantaba que se encontraran después del trabajo, allí en su lugar, donde podrían ser ellos, sin ataduras de la sociedad, ni prejuicios.
Un día, Avellaneda se mojo bastante con la lluvia, lo cual produjo un resfriado, tuvo que reportarse enferma al trabajo para poderse recuperar en casa. Ya habían pasado varios días, y Avellaneda nada que volvía al trabajo, Martín estaba angustiado porque no había sabido de ella en mucho tiempo, cuando finalmente sonó el teléfono, contesto Martín y una voz dijo Laura esta muerta, Santomé quedo en shock, no sabia el significado de esas palabras en ese momento, así que quedo en silencio y volvió a preguntar, la voz solo le dijo Laura esta muerta, el solo insulto a la voz y tiro el teléfono, otro de los trabajadores fue a contestar y se entero de la terrible noticia.
Pasaron varios meses, en los que Martín estuvo como muerto, no quería escribir nada en su diario, se sentía vacio como al principio, no sabia que hacer, así que un día decidió ir a la casa de los padres de Avellaneda con la excusa de mandar a hacerse un traje con el papá de Avellaneda, entro y se presento con otro nombre por si acaso, aunque ellos no sabían de su existencia; le tomo las medidas y se fue a anotar en otro cuarto, la mamá de Avellaneda se quedo con el.
Martín vio una foto de Avellaneda cuando era muy joven y se quedo mirándola, la mama le dice que era su hija que murió hace poco, Martín quedo en silencio, luego de un silencio la mamá de Avellaneda le dice Es Ud ¿verdad? Martín quedo anonadado y le dijo ¿cómo sabe? La mama le dijo que Laura le había contado sobre el, los días que estuvo muy enferma, ella hubiese querido decirle antes o contactarlo antes que Laura falleciera, pero no sabia nada de el, ni como contactarlo; en ese instante llega el papá de Avellaneda, y se despide de el y de ella.
Martín volvió a escribir en su diario para anunciar que era su ultimo día en el trabajo, todavía estaba pensando que hacer en su jubilación, pero tendría mucho tiempo para pensar en ello, aunque se sentía un poco triste, reprocho lo que había vivido, y que solo por un instante se le concedió una tregua...
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